lunes, 2 de diciembre de 2019

"CONTRA EL VIENTO DEL NORTE" ,"CADA SIETE OLAS", Daniel Glattauer


"Escríbeme. Escribir es besar, pero sin labios. Escribir es besar con la mente"






En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. ¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?

Esta es la propuesta de la primera parte de esta serie de dos , "Contra el viento del norte".  Cuando leí el argumento, me pareció muy original aunque supongo que en los tiempos que corren no lo es tanto y la tecnología lógicamente tiene que formar parte de las obas literarias actuales porque es ya  nuestra realidad vital. Toda la novela está escrita a modo de e-mails entre los dos protagonistas. 


Es una vuelta de tuerca a las novelas epistolares, donde aquí las cartas son correos, e-mails llenos de inteligencia, de sentimiento. Donde se pone de manifiesto el poder de la palabra, algo de lo que los lectores habituales sabemos de sobra. Soy muy aficionada al género epistolar,   pero aquí es  tal  el realismo que a veces he tenido la sensación de estar haciendo un ejercicio de voyeurismo fisgoneando correspondencia ajena. 

El procedimiento en el que los personajes se mueven, correos electrónicos, hace que no quepan retóricas excesivas ni descripciones que no vienen a cuento. Lo que se dicen los personajes es lo que hay, y lo que no se dicen también.Me ha hecho reir, sonreir mucho y emocionarme más. Me lo he leído en dos días. No sólo es adictivo sino que es inteligente, ágil, tiene sentido del humor y está muy bien construido. Los personajes están  muy bien armados, parecen humanos con sus puntos fuertes y sus debilidades

La segunda parte de esta historia, "Cada siete olas", me ha parecido repetitiva, respecto a la primera . De alguna manera es el contrapunto de la anterior y arroja una luz diferente sobre la relación entre Leo y Emi , pero yo creo que dada la naturaleza de la relación, el final de la primera entrega es más lógico, y mucho más realista. Sigue siendo un libro entretenido, pero me da la impresión de que no había proyecto en un principio de que la historia tuviera continuación. 

En definitiva me ha gustado mucho pero me ha sobrado la mitad.


 El medio en el qu


5 comentarios:

  1. El asunto de esta novela me afecta personalmente porque yo he mantenido en diferentes momentos de mi vida relaciones epistolares, sea por carta física y correo, hace muchos años, sea por medios tecnológicos como el messenger o el correo electrónico. Han sido relaciones con muchachas o mujeres y el alto voltaje de la relación hizo de esos intercambios algo intensísimo en todos los sentidos, tanto que una relación llamémosle real es imposible que alcance porque todo es mucho más concreto. Me gustan los intercambios por carta. Consiguen registros mucho más sutiles y profundos si los dos corresponsales están dispuestos a jugar. Ya no es fácil en estos tiempos porque la gente ha olvidado escribir cartas y el sentido de los textos escritos. La novela que reseñas aprovecha este caudal misterioso de la comunicación epistolar. Tiene que ser un relato interesante pues el potencial que tiene detrás lo es. Otra novela que aprovecha el intercambio epistolar es Cicatriz de Sara Mesa. Me gustó mucho. Me alegro de que aparezcas por aquí. Te echábamos a faltar. Un saludo.

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    1. Gracias Joselu, intentaré actualizar más a menudo, estoy viviendo una etapa poco fructífera en lo lector que quiero remediar en lo posible y volver a lo que era habitual en mí en cuanto a ritmo de lectura.

      A mí me fascina la comunicación por carta, o e-mail en la actualidad, incluso más esto último, porque no es difícil que surja una conexión muy profunda entre dos personas que entablan contacto sin un conocimiento previo, como si solía haber en la correspondencia por carta convencional. Yo creo que la libertad que proporciona el desconocimiento de la auténtica identidad aboca como dices a una intimidad difícil de controlar y a un acercamiento espiritual intenso. Y muy verdadero, libre de los condicionantes físicos o sociales que suelen lastrar las relaciones humanas. Esto es lo que me atrajo de la historia, y no me defraudó, aunque la segunda parte como digo parece obedecer a premisas comerciales surgidas de la buena acogida de la primera.

      Un abrazo.

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    2. Ah, y me apunto "Cicatriz", soy incapaz de resistirme a un relato epistolar, y si te gustó a tí, me interesa especialmente. Gracias por la recomendación.

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  2. La descripción que haces del primer libro hace que me apetezca leerlo, pero no leería el segundo viendo lo que opinas de él.
    Besos

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    1. Hola Maribel, lo interesante sería saber los motivos del autor por continuar con la historia. Si obedece a su deseo de completarla, aunque no guste hay que asumir la totalidad del relato, pero si es por un motivo comercial o impuesto por la editorial para aprovechar el éxito inicial, yo hubiera preferido quedarme sólo con esa.

      Un beso.

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