Creo que es siempre un componente emocionante de una obra literaria, que esté ambientada en escenarios o épocas conocidas por el lector. Ese plus de interés se da para mí en esta historia, que recrea el medio social del que procedo, si bien una época anterior a la mía, la de mis abuelos y padres y acabaría justo en los años de mi nacimiento. Getxo, el universo particular de Pinilla, es un municipio real, y sus escenarios existen y yo los conozco. Mi propio pueblo aparece a menudo y todos los de alrededor en los que crecí, estudié, y me desarrollé como persona.
La novela es un fresco social que retrata el choque que supuso la industrialización de Vizcaya a partir de la mitad del siglo XIX, el apego de un pueblo al mundo rural y a la tierra, y su resistencia a los cambios en un mundo que cambia inevitablemente. La obra consta de tres novelas: "La tierra convulsa", "Los cuerpos desnudos", y "Las cenizas del hierro"
La historia comienza a finales del siglo XIX en Getxo, en la margen derecha del Río Nervión con las familias Altube y Baskardo como protagonistas. Cristina Oiandía, aristócrata casada con el rico industrial Camilo Baskardo, y Ella, una misteriosa sirvienta sin nombre cuya ambición arrasará el orden hasta entonces imperante en la familia al anunciar que espera un hijo ilegítimo de su patrón. Este hecho es un desafío que iniciará una rivalidad que se prolongará durante generaciones y alterará la vida de Getxo, narrada por dos voces relevantes en la historia: el maestro Don Manuel y Asier Altube, su discípulo, cuyo relato y memoria sirve de amalgama para todas las historias que se derivan de esta trama principal. Como la de Roque Altube, mi personaje favorito, y primero en entrar en contacto con la margen izquierda de la ría. En ese territorio estarían los hombres del hierro, trabajadores de las minas, obreros venidos de fuera a dejarse la vida arrancando metal a la tierra en condiciones de explotación y miseria. Allí conocerá y amará a Isidora, agitadora socialista que tendrá una influencia determinante en su vida, incluso cuando él en un principio no lo creerá así. Desgarrador asimismo el destino de los niños Baskardo, victimas de los excesos nacionalistas de su madre, fanática partidaria de Sabino Arana, que tendrán una vida trágica.
La historia comienza a finales del siglo XIX en Getxo, en la margen derecha del Río Nervión con las familias Altube y Baskardo como protagonistas. Cristina Oiandía, aristócrata casada con el rico industrial Camilo Baskardo, y Ella, una misteriosa sirvienta sin nombre cuya ambición arrasará el orden hasta entonces imperante en la familia al anunciar que espera un hijo ilegítimo de su patrón. Este hecho es un desafío que iniciará una rivalidad que se prolongará durante generaciones y alterará la vida de Getxo, narrada por dos voces relevantes en la historia: el maestro Don Manuel y Asier Altube, su discípulo, cuyo relato y memoria sirve de amalgama para todas las historias que se derivan de esta trama principal. Como la de Roque Altube, mi personaje favorito, y primero en entrar en contacto con la margen izquierda de la ría. En ese territorio estarían los hombres del hierro, trabajadores de las minas, obreros venidos de fuera a dejarse la vida arrancando metal a la tierra en condiciones de explotación y miseria. Allí conocerá y amará a Isidora, agitadora socialista que tendrá una influencia determinante en su vida, incluso cuando él en un principio no lo creerá así. Desgarrador asimismo el destino de los niños Baskardo, victimas de los excesos nacionalistas de su madre, fanática partidaria de Sabino Arana, que tendrán una vida trágica.
Como decía al principio, no me consuelo de no haber conocido antes a Pinilla, de no saberle tan cerca, porque ya no podré darle las gracias, como hubiera hecho de seguir vivo. Por una historia tan apasionante , por unos personajes tan reales, por un relato tan estremecedor de la vida en las trincheras de la guerra civil, por un retrato tan preciso de los muchos universos de este País Vasco tan complejo. Gracias por Roque Altube, por Isidora, por la pobre Teresa, por convertir mi tierra en literatura de la mejor, y por ser capaz de gestar esta impresionante historia siendo ya octogenario. Me queda, no obstante, recorrer sus escenarios con la cabeza y el corazón habitados por sus personajes memorables. Como el Macondo de García Márquez o el Yoknapatawpha de Faulkner, Getxo es ya un universo literario.
Ramiro Pinilla en la playa de Arrigúnaga, escenario de sus novelas.
Comparto contigo ese desconsuelo por no haberlo conocido en persona...pero a Roque y a Isidora los tendremos siempre.
ResponderEliminarUn honor tu visita,Pobrecito Hablador, a mi humilde espacio.
EliminarY desde luego, esa es la mayor grandeza de la literatura, todos esos personajes que forman parte del bagage imprescindible de una vida que se multiplica con la lectura.