Mi biblioteca es variopinta. No sólo está formada por literatura, narrativa o ensayo, sino que tiene muchos libros de arte y también una muy amplia sección de cómics. Toda la familia somos aficionados a ellos, como ya conté aquí. Es un género que para mí aúna dos de mis pasiones: la literatura y el dibujo, y además me hace sentirme joven. En mi adolescencia fui devoradora compulsiva de tebeos.
Hay artistas verdaderamente geniales en todo el mundo, tanto dedicados al guión como al dibujo, pero yo soy especialmente admiradora de algunos compatriotas. Hoy traigo al blog a Paco Roca uno que escribe y dibuja sus historias, y que me gusta porque me reconozco en su propio patrimonio sentimenta. Le conocí por la adaptación a la pantalla de su cómic "Arrugas" (Premio Nacional de Cómic 2008), en la que habla sobre la vejez y el Alzheimer. Es un tema al que soy especialmente sensible, pues trabajo desde hace muchos años en el ámbito de la dependencia. Paco Roca aborda el tema con gran sensibilidad y respeto y también con mucha veracidad.
En la segunda obra que leí de él, "El invierno del dibujante", rinde homenaje a todos aquellos dibujantes de tebeos que a los de mi edad nos hicieron amar los cómics, los de la Editorial Bruguera, entre ellos Vázquez, Escobar o Ibañez. La historia que cuenta es real, sobre la aventura empresarial que iniciaron los dibujantes estrellas de la editorial, cuando en 1957, cansados de la tirania bajo la que trabajaban decidieron fundar su propia revista (Tío Vivo)
Por último, hace pocas semanas volví a sumergirme en una de sus historias con "La casa", en la que rinde homenaje a su padre recientemente fallecido. La casa del título es una segunda vivienda familiar, esa a la que aspiraba la clase media española formada casi siempre por la generación nacida en la dura posguerra. Muy entrañable relato y muy reconocible para los que ahora tenemos entre cuarenta y cincuenta años, resulta muy fácil identificarse con ese padre y esos hijos que deben asumir la tarea de liquidar la memoria familiar de la generación que acaba de desaparecer.
Otra cosa más que tenemos en común ;-)
ResponderEliminarYo también amo los comics, a los que cariñosamente sigo llamando tebeos, aunque su contenido nada tenga que ver con aquellas revistas que tan dulces hicieron las horas de una infancia feliz.
Paco Roca es un autor que siempre me hace reflexionar. Sus temas son muy cercanos y los paisajes y situaciones por los que se mueven sus personajes tan reales y creíbles que se empatiza sin remedio con esos seres humanos de papel y tinta que tanto se parecen a uno mismo.
De los tres títulos que mencionas me falta por leer "La casa" que imagino de la misma calidad que el resto de su obra.
"Arrugas" me impresionó profundamente y confieso que me dejó algo triste y descolocada a pesar de que tal como dices se acerca a un tema tan doloroso con exquisita ternura, delicadeza y humanidad.
Mi preferida es "El invierno del dibujante" obra con la que disfruté lo que no está en los escritos y que he leído muchas veces sin cansarme de ella. Me es particularmente simpatico el tema que aborda y fue muy emocionante "conocer" a los autores que tanto amenizaron mi infancia y que emprendieron una aventura que por desgracia estaba condenada al fracaso.
Además de ser un excelente guionista he de señalar lo mucho que me gusta y admiro a Paco Roca por su genial dibujo de trazos limpios, elegantes y expresivos. Adoro la forma en que es capaz de hacernos llegar hasta los gestos más sutiles de sus personajes. Sin duda es uno de los más brillantes representantes del noveno arte.
Mil gracias por la entrada. He disfrutado mucho leyéndote.
Un abrazo fuerte!
Parecen muy chulos, a ver si me animo y me leo alguno :)
ResponderEliminarUn besazo