viernes, 7 de octubre de 2011

CUBA-LIBROS

 En marzo de 1997 viajé a Cuba. Una visita largamente deseada pues son muchos sentimientos los que me vinculan a esa hermosa isla caribeña. Desde niña oí hablar de mi bisabuelo materno que luchó en la guerra de independencia por supuesto desde el bando español. Aquel antepasado era maestro y llevó un diario durante la contienda. Mi padre lo conserva y los años han hecho que la tinta se haya borrado casi por completo y resulte ilegible.
Otro motivo para conocer el país fue el deseo de peregrinar a tierra santa , la patria de mi amado Silvio Rodriguez, y recorrer los escenarios que animaron las peripecias vitales que inspiraban su música incomparable.
La primera aproximación literaria a Silvio, su vida y su país fue "Silvio, memoria trovada de una revolución", de Joseba Sanz. Interesante, aunque la condición impuesta al autor de no abordar aspectos íntimos de su vida da una visión muy parcial de su biografía. 
 Ernest Hemingway es una presencia constante en La Habana, y en la cercana localidad de Cojímar, escenario de su novela "El viejo y el mar". En la foto estoy con mi amiga cubana Gloria, frente a un busto suyo en dicho pueblo, uno de los muchos que encontramos, y está presente en murales, y en fotografías junto a Fidel en diferentes establecimientos hosteleros. Me faltó visitar la casa en la que vivió y que donó al pueblo cubano.
 Sí visitamos, no obstante, el restaurante "La terraza" escenario de buena parte de la acción de la novela. Dió la casualidad felicísima de que coincidimos con el mismísimo Gregorio Fuentes, el pescador amigo de "Don Ernesto" que comía allí diariamente, pues tenía pagada una comida en la casa a perpetuidad, según nos contó el encargado. Este hombrecito enjuto y tranquilo fue la inspiración para el personaje de el viejo, en la conocida novela del americano. Gragorio rozaba el siglo de edad, y no quise molestarle para pedirle una foto, así que me limité a retratarle mientras comía. El encargado me tranquilizó asegurándome que a él no le molestaba. El viejo pescador murió en 2002 a los 104 años de edad.

 No me traje libros de Cuba, por temor al exceso de equipaje, pero meses después mi amiga Gloria me regaló a través del océano un ejemplar recopilatorio de obras del Che publicado por la Casa de las Américas.

 Catorce años después, es mi hijo el que ha repetido visita, y al contrario que yo, ha venido con un cargamento de libros, uno de los cuales ha sido para mí: "Diario del Che en Bolivia"
 He leído varios libros sobre el guerrillero argentino, tan mitificado, archifamoso y tan poco conocido en realidad en su verdadera postura ante el imperialismo y la libertad de latinoamérica. Pero el que más me ha gustado sin duda es "Viaje por Sudamérica", escrito por él mismo y su amigo Alberto Granado. Es una crónica fascinante de su primer viaje por el continente americano a lomos de su motocicleta La poderosa, un relato lleno de vigor y optimismo, de el envidiable entusiasmo  de la juventud y con la lucidez del joven médico y el  compromiso político que fraguaron la personalidad del futuro Che. De este libro se ha realizado recientemente una versión cinematográfica "Diarios de motocicleta", de Walter Sallers con Gael García Bernal en el papel de Ernesto Guevara. No he visto la película, pero el libro es una delicia.

Todo lo contrario que "Paradiso", de José Lezama Lima, obra absolutamente barroca cuyo estilo exuberante me impidió incluso enterarme del argumento. Siempre que me acuerdo de este libro, paradigma de las letras cubanas, recuerdo el dicho popular de los árboles que no dejan ver el bosque. En este caso, el estilo me impidió enterarme de la historia.  Me da pena especialmente no disfrutar una lectura cuando el libro es un hermoso objeto de cuidada edición, como en este caso, de la excelente Círculo de Lectores. Un bello libro para acariciar y ojear, pero aburridísimo de leer.




1 comentario:

  1. "Es una pena que Cuba quede al margen de la red de librerías de viejo en español, pues como ya sabes hubo traducciones de libros hungaros que se realizaron y publicaron en la isla sin haberse hecho nunca en el ámbito español, y que incluso para la Biblioteca nacional son desconocidos por no tenerlos en sus fondos.
    sustine"

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