miércoles, 14 de septiembre de 2011

HISTORIA DE MIS LIBROS (3) "MUJERCITAS"

Una de las lecturas que más me gustaron de niña fue sin duda la tierna "Mujercitas" de Louise May Alcott. La historia de las cuatro hermanas March llenaron tardes de verano en las cuales yo prefería quedarme en casa leyendo a corretear con mis amigas por la calle. Siempre me aburrían los críos de mi edad y tuve que esperar a llegar a la edad adulta para reconciliarme con la compañía de los de mi misma generación, y aún así no con la de todos. Pero ésa es otra historia, y me desvío del tema.

El libro en el que leí la historia de estas cuatro muchachas es muy especial para mí porque fue un regalo de mi maestra de 5º curso, la señorita Carmina, que era además la directora de mi colegio.
Se convocó un concurso de conjugación de verbos que yo gané. A prácticamente todo el alumnado eso de memorizar los tiempos verbales les parecía un rollo, pero a mí siempre me han fascinado las palabras y el lenguaje y la tarea no era en absoluto árida para mí, y dominaba el tema, así que quedé ganadora. Se podía optar entre dos regalos, no recuerdo cual era el otro, pero yo elegí un libro de la biblioteca personal de mi maestra, "Mujercitas"

Si la lectura de la novela fue un deleite,no lo era menos contemplar y acariciar el bello libro, una edición de Círculo de Lectores de 1969 encuadernado en tela y muy ilustrado.


Sobre todo porque la maestra escribió una dedicatoria en la portadilla que lo hace único

Las ilustraciones del interior del libro eran en blanco y negro, pero yo tuve el atrevimiento de colorearlas con lápices de colores. Inconsciencia de los 11 años, hoy no lo haría, pero eso hace que sea un libro "tuneado" y por lo tanto completamente personal e intransferible ;-))



Creo que fue el verano siguiente cuando, pasando unos días en casa de unos amigos de la familia con dos hijas de mi edad, descubrí en la biblioteca de ellas la segunda parte "Aquellas mujercitas",que como no podía ser de otra manera, también devoré,y también en solitarias tardes de verano en las que prefería la penunbra de la casa en compañía del libro que el sol del exterior con mis amigas. Siempre he sido rara. Siempre recuerdo lo mucho que he hizo llorar sobre todo esa segunda parte, que jamás he vuelto a leer, porque curiosamente nunca me hice con ella. Es algo que tendré que remediar, no hay derecho a que Meg, Jo, Amy y Beth no estén en mi casa con su historia completa. Aunque la continuación no tenga el valor sentimental del libro en el que las conocí.

6 comentarios:

  1. Me gusta tu blog, lleno de cultura, me encanta leer y sobretodo pintar.Te sigo.Besitos.

    ResponderEliminar
  2. Con once años coloreabas así?. Ya se te veía la vena. Genial cómo diste el color. Bello libro para conservar toda una vida.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. La novela yo no la leí, pero de la película guardo un grato recuerdo, y es que creo que en aquel tiempo creo que a través de los cristales de su cuarto alguna también me devolvía las miradas a través de mis cristales.
    sustine hefalu

    ResponderEliminar
  4. Querida Ilona
    Yo también tengo algunos libros de esa época con las ilustraciones coloreadas por mí o por mis hermanas,es lo que tu dices adquieren un valor único aunque ahora no se nos ocurriría hacerlo pero siendo niñas las ilustraciones en blanco y negro no nos decían mucho
    La dedicatoria de tu profesora le da aún más valor y es un recuerdo precioso
    ¿Qué sería de nosotras sin Mujercitas?No lo puedo imaginar ...me pregunto cuántas adolescentes de ahora lo habrán leido ...quizás no sepan ni que existe
    Un Beso

    ResponderEliminar
  5. Oiga, con once años ya despuntaba maneras. No puedo creer que una niña de esa edad haya pintado las ilustraciones con esa armonía. Me ha parecido precioso.

    Tienes una edición preciosa de un libro del que yo también guardo un recuerdo entrañable.

    Besucos
    Anjanuca

    ResponderEliminar
  6. !Ilona! si es una maravilla, entonces ya apuntabas maneras con los colores, es un joyita de libro, te diré que yo también era rarita y hasta bien mayor..esta pasión por leer se la transmití a mis hijos, no te cuento el equipaje "pesado" que llevamos siempre en nuestras mudanzas que han sido muchas... Un besote.

    ResponderEliminar