domingo, 28 de noviembre de 2010

QUERIDA IRENE:

Esta noche he soñado contigo. Quiero pensar que has venido a visitarme desde ese lugar que tal vez habitas ahora. Estábamos en el sitio en el que siempre nos veíamos, nuestro centro de trabajo y era sábado, el día de nuestros desayunos juntas. Éramos tres tal como lo somos desde que tú no estás y llegabas de repente vestida de luz y de sonrisas. Te recibíamos alborozadas, te contábamos la broma que nos habían gastado, increiblemente nos habían hecho creer que habías muerto. Te reías, con tu risa espléndida, tu bella dentadura, tu voz cálida....¿Cómo puede ser? N0s habían contado que habías muerto...una y otra vez lo repetíamos, una y otra vez...

Recuerdo en medio de tanta felicidad haberte oido repetir dos frases que me dijiste en diferentes ocasiones: "Sólo espero de la vida que me mande personas de las que poder aprender" y "Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece"

Supongo que no acepto tu muerte, de ahí el sueño. Pero a pesar de que no tengo fe en otra vida y no creo en la trascendencia, me gusta creer que me has hecho una visita. Recuerdo una conversación sobre la vida y la muerte, sobre la vida después de la muerte, en la que tú creías firmemente y yo no: "te tengo que convencer", me decías...¿Pretendias ayer darme una prueba de tu nueva forma de existencia?

En cualquier caso, me encantará que vuelvas.



2 comentarios:

  1. Ilona, entiendo bien esa sensación yo creo que de alguna manera los que nos quisieron vuelven...Un beso

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  2. Soñar es una forma de tener lo que no tienes, durante este periodo mágico.

    Lo siento por la pérdida

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