viernes, 8 de octubre de 2010

Y YO CON ESTOS PELOS


Mi pelo es lo que más me gusta de mí. Normalmente lo llevo cortado a capas para potenciar su ondulado natural. No le hago nada, ni tintes, ni permamentes, ni siquiera lo seco con secador. Tal vez por ello se conserva muy fuerte y brillante. Y negro, no tengo ni una cana, herencia materna.

En los últimos años llevo el pelo bastante largo, más de lo que solía, porque en el trabajo me exigen pelo corto o recogido. No quiero sacrificar la melena, así que me hago una coleta para trabajar. Pero eso me crea un conflicto con el largo de la melena, que me gusta más o menos como el de la foto pero que últimamente había crecido mucho más.

De vez en cuando, no sé por qué de repente empiezo a verme mal, o a "no verme" en absoluto con mi pelo. Me pasa de vez en cuando, y siempre me parece que tal vez un corte sería la solución. Siempre pido consejo en casa y ante mi sujerencia de sacrificar mi melena mis hijos siempre contestan un rotundo "¡¡¡¡NOOOOOOO!!!!

El caso es que ayer tuve un impulso irresistible de verme diferente. Vete a saber que conflicto interno subyace en esos arrebatos, el caso es que incluso sabiendo que me iba a arrepentir entré en la peluquería para que me hicieran un buen corte. No un corte que me dejara sin melena, sino una melena corta. Creo que ni yo sabía bien qué quería. Creo que sólo cambiar, no sentirme aburrida de mí. Pero el aburrimiento es un mal consejero. Siempre.

La peluquera era una chica nueva a la que no conocía de otras veces, y creo que estaba un poco nerviosa. El caso es que no entendió lo que yo quería o no supe explicarme. Me dan mucho miedo las peluqueras. Ese abandono al que te prestas cuando te entregas, la indefensión de dejar la melena a su merced me llena de inseguridad. Un corte de pelo es para mí como una operación quirúrgica, y me produce la misma ansiedad.

Cortó sin piedad, aunque no me dejó sin melena, sino con una a la altura del cuello recta, sin capas, con las puntas delanteras ligeramente más largas que la parte posterior, o sea, a la moda. Y yo no suelo seguir las modas. Para colmo, me la peinó lisa y formal. Vamos, un horror. En el espejo, mi reflejo y yo no nos reconocíamos. Ese pelo no me correspondía, no iba conmigo, NO ERA YO.

Nada más llegar a casa me lavé el pelo, para recobrar, al menos, su volumen natural. Nada se puede hacer con la largura, claro. Cuando llegué al trabajo y me planté mi coleta, me di cuenta de que esa podría ser una solución, llevar coleta durante unos tres meses hasta que el pelo haya crecido lo bastante como para rectificar el corte y volver a reconducir mi pelo a lo que fue.

Omito contar aquí lo que mis hijos me dijeron cuando llegué a casa. Al menos, a mi marido le gustó. Pero es que él y yo tenemos gustos distintos para casi todo. He dicho CASI. En algunas cosas coincidimos. En el pelo, no.

Afortunadamente, volverá a crecer.


7 comentarios:

  1. Pues afortunada tú que tienes un pelo sano, fuerte y abundante, sin tintes ni martirios de ese tipo, el mio no es asi, lo tengo castigado al pobre asi me luce.....
    Bueno yo también tengo impulsos de tipo peluqueril, je,je,je, pero yo ni me lo pienso voy y punto, de todas formas siempre pienso ya crecerá...... seguro que aunque corto, con un pelo tan bonito y cuidado seguroo que luces muy guapa.
    Bss

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  2. Ai bonita, por aqui hemos pasado todas..pero ya se sabe las peluqueras y sus tijeras, que no tienen medida y cortan sin cesar!

    Hace un par de semanas también tenía ganas de cambiar un poco, por lo que simplemente dices no sabes porque pero no te ves bien y salí con menos pelo, no es la solución.

    Tranquila y piensa en la suerte que tienes de no tener que usar tintes! y un pelo fuerte en poco tiempo crece

    Saludos

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  3. No te preocupes,el pelo crece...además gustándole a tu marido...
    Solo voy a la peluqueria una vez al año después del verano a cortarme un poco las puntas que se estropean mucho del sol y para sanear el pelo
    pero estoy temiendo a las canas que ya empiezan a asomar disimuladamente
    Algún día tendré que hacer algo para evitárlas pero hasta que llegue ese día seguré con mi visita anual
    ¡Pobres peluqueras ,muchas como yo y les hundiríamos el negocio!
    Un Beso

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  4. Yo creo que todas las mujeres hemos tenido alguna vez un gran drama con nuestro cabello!! Lo bueno es que vuelve a crecer...resignación...
    Yo hace millones de años que no dejo que nadie toque mi pelo y me lo corto yo, como es crespo es más fácil!!!
    Paciencia...
    cariños
    maria cecilia

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  5. Como se nota que sois mujeres y me comprendéis,je,je... Sí, suerte que crece y el mío muy rápido además.

    Gracias a todas.

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  6. jajajaja... uix, perdón ilona, no tenía que reirme, pero es que es real como la vida misma, lo que cuentas.

    Un besazo!

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