Es mucho lo que se ha contado y se dice de las maldades de internet, de la indefensión, los peligros agazapados detrás del anonimato, las múltiples trampas que se nos tienden en este mundo virtual e inaprensible, intangible, efímero... Pero a mí no me gustaría irme sin destacar de entre todas las virtudes que he encontrado aquí, la más importante para mí: la posibilidad incomparable de poder establecer contacto con personas que de otra manera jamás habrían entrado en mi vida. Es en ello donde radica la vital importancia que para mí ha tenido internet.
Empecé en este mundo muy a ciegas, muy torpe, y muy asombrada por la ventana que se me abría al mundo. Vino después la ilusión, la inmersión y la participación activísima. Tenia una gran necesidad de compartir, de expresarme, de comunicarme. Di mucho y recibí infinito, y yo, que me había perdido en el camino de la vida, que no estaba segura de mi identidad, me recompuse, me recuperé, me reconocí, me revaloricé sobre todo para mí, gracias a ILONA, que era una versión mejorada de mi misma, y que creo que hoy en día no se cofunde demasiado de la que soy en realidad, de la que he llegado a ser.
Esto que escribo sólo lo entiendo yo, perdonadme. Tal vez unos pocos más, no muchos...No importa.Tan sólo decir que la necesidad de comunicación constante ha ido menguando. Lo mismo que hubo una etapa forera que poco a poco terminó, ha habido una etapa bloguera que ha llegado a su fin. Sólo que el fin del blog supone también el fin de ILONA, como digo. Seguiré, no obstante, asomada a la ventana, haciendo lo que más me gusta hacer, aprender. Como en mi vida real, miraré y leeré pero no escribiré, lo mismo que prefiero escuchar a hablar.
Pero ILONA no puede irse sin dar las gracias por todo (¡por tanto!) a mis amigos del foro QueLeer, donde comenzó toda esta maravillosa aventura. Si alguno lee esto, ya sabe a qué me refiero, y cuanto les quiero y les agradezco tanta felicidad. Algunos se quedaron en el camino, desaparecieron, e incluso hubo una que subió al cielo convertida en estrella plateada.
Fueron muchos, y mi primer recuerdo será para Bartleby y su magia, la primera ausencia que lamenté, la primera huella que quedó marcada en mi alma virtual. La última ha sido mi adorable Friki, que espero que esté bien y sea feliz y haya encontrado su camino. Mi querido Ardan, la sabiduría, el humor, la generosidad y la amistad. Cuco (un beso, Piti), Gilvergg, Carlos, Roxane, Elefantito y sus ganas de aprender, Popis y su madurez, la austera Gin, Menuda, Edda, Rojoetrusco, Madison, Anjanuca, Atabaka, Amkiel, AlmaLeonor...Gracias amigos, gracias por todo.Y hasta siempre.