
El poeta salvadoreño Roque Dalton le haría un pequeño poema a Silvio, que aparecería años más tarde en su Libro levemente odioso, y que dice así:
"Cayó mortalmente herido de un machetazo en la quitarra
pero aún tuvo tiempo de sacar su mejor canción de la funda
y disparar con ella contra su asesino
que pareció momentáneamente desconcertado
llevándose los índices a los oidos
y pidiendo a gritos
que apagaran la luz"
No hay comentarios:
Publicar un comentario