"Yo cerré la puerta y, casi sin saberlo, hice llover besos sobre su rostro con callado ardor, como si tuviera prisa por llegarle al alma. Besé sus mejillas pálidas, su dura frente, sus peados párpados, sus grandes y desvaídos labios. Y, casi sin saberlo, ella se sintió levantada por mi poderoso abrazo, como si yo hubiera lanzado una ola sobre su cabeza que la agotaría con su sólo paso."
Querida Ilona
ResponderEliminarLLevo un tiempo en silencio pero hoy he sentido la necesidad de pasearme un rato por los otros blogs
...y me he encontrado con este apasionado párrafo que has elegido
Un Beso